¿Es aceptable matar animales por la moda?

La industria de la moda de hoy en día es aquella que glorifica el sobreconsumo, la extracción y la comercialización a expensas del planeta, las personas y los animales, ¿qué pasa cuando no somos conscientes de las prendas que usamos?

En Bajo la piel de la moda (Slay) en el VII Festival Internacional de Cine Ambiental Planet On, veremos los secretos que guarda la moda para seguir siendo tan apetecida por todos.

Este es un documental de largometraje que explora los daños interconectados causados por el uso de piel, cuero y lana en la moda. Siguiendo a la cineasta de investigación Rebecca Cappelli mientras viaja por el mundo descubriendo algunos de los secretos mejor guardados de la moda, se desenreda una historia desgarradora de lavado de imagen, encubrimientos, destrucción ambiental, trato injusto a los trabajadores y cruel explotación animal. Bajo la piel de la moda plantea una pregunta importante tanto al público como a la industria misma: ¿es aceptable matar animales por la moda?

El futuro de la moda es ahora

A medida que el Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático (IPCC) advierte que debemos actuar “ahora o nunca” para proteger el futuro de este planeta, está claro que no solo debemos alejarnos de una mentalidad de crecimiento y producción sin fin, y del uso de materiales sintéticos vírgenes derivados de combustibles fósiles, sino también de materiales de origen animal.

A pesar de la necesidad crítica registrada de reducir el metano en al menos un tercio y de restaurar tierras y biodiversidad silvestres, la industria de la moda está ignorando el papel de su uso de materiales de origen animal en esta crisis, y la difícil situación de estos animales como individuos.

Así como ya no podemos sostener la destrucción ambiental, tampoco podemos sostener los daños de un sistema que commodifica, explota y mata a los animales innecesariamente con fines de lucro. Invitar a la industria de la moda a evolucionar más allá de la crueldad y la degradación, y a prácticas éticas y sostenibles, no sofoca su creatividad y estilo, de hecho, fomenta la innovación y nuevas formas emocionantes de diseño.